Hoy, en asamblea, las hermanas han compartido sus reflexiones sobre cómo el Espíritu Santo ha seguido inspirándonos mientras estudiábamos más profundamente la prioridad en la que se centrará nuestro camino durante los próximos dos años. El movimiento del Espíritu es realmente una presencia positiva y esperanzadora entre nosotras.
Intentado desarrollar pasos más concretos en nuestro camino, nos reunimos en cuatro grupos que representan los niveles continentales – Asia, África, Europa y las Américas – para discutir nuevas acciones de colaboración y rediseñación. Con honestidad y franqueza, compartimos las realidades y posibilidades de nuestras circunscripciones y cómo podemos llevar adelante juntas el desarrollo de nuestra misión.
Mañana continuaremos estas reuniones para formular acciones para el futuro. En este trabajo nos sentimos unidos a toda nuestra congregación, al corazón de San Pablo.
Estamos profundamente conmovidas por el continuo apoyo en la oración que recibimos de todas y llevamos sus intenciones en nuestras oraciones.